domingo, 19 de agosto de 2012

Recuperar un Android mojado

Recuperar un Android mojado

Seguro que en más de una ocasión nuestro teléfono o dispositivo Android ha tenido la tentación de darse un chapuzón, bien en la taza del inodoro, o en la pica de la cocina. Si el salto sin trampolín se consuma a nosotros nos da un susto de muerte y corremos a salvarlo, porque es evidente que nuestro android no sabe nadar. ¿Pero qué hacer en ese momento para reanimarlo?. ¿Lo hemos salvado aún vivo, o ya no hay nada que hacer?. Es posible que nuestra pequeña joya tecnológica aún puede sobrevivir si se siguen estos consejos.


La batería


El agua estropea los teléfonos cuando toca dos conexiones que no deberían comunicarse a la vez, es lo que se llama un cortocircuito. El problema de los móviles es que tienen cientos de conexiones en una superficie muy pequeña, y por tanto es muy fácil que si entra agua suceda esto. La solución es sencilla, si no circula corriente, no hay cortocircuito.

Por lo tanto, si nuestro móvil se moja, debemos quitar la batería en el mínimo tiempo posible para así cortar la corriente lo más rápidamente posible. De esta manera quizá conseguimos hacerlo antes de que el agua llegue a un lugar crítico, y por tanto salvar una vida androide. Olvidaros de todo, ni miréis si funciona ni nada, la batería fuera en tiempo récord.

Extraer el agua


Esto es lo que todos intentamos hacer después del accidente. Pero tenemos que resaltar que es infinitamente más importante retirar primero la batería. Secar el agua es mucho más complejo y tardío que quitar la batería, y es por eso que si nos dedicamos a secar el agua probablemente cuando lo hayamos conseguido ya sea demasiado tarde. Ahora bien, si ya hemos quitado la batería podemos tranquilamente dedicarnos a secar el móvil, puesto que no hay ninguna prisa.

Para ello hay muchos métodos. Inicialmente queremos secar la mayor parte del agua, bien sea con un trapo o haciendo el vacío en una bolsa. Un método menos recomendado es recurrir al secador (que precisamente es al que todos nos lanzamos inicialmente). No se aconseja porque el secador aporta calor a los circuitos, algo que también es negativo y puede fundir algún componente delicado. Si optamos con el secador hay que hacerlo a unos 20 centímetros de distancia como mínimo, y con aire frio.

Por último, una vez que hemos secado la mayor parte del agua debemos extraer la humedad residual igualmente peligrosa. Aquí entra en juego el popular pero cierto mito del arroz. El arroz tiene la curiosa propiedad de absorber la humedad, y vamos a aprovecharla dejando el móvil envuelto en arroz en un cuenco durante unas 24 horas, sin tapa y lo más desmontado posible para facilitar al máximo la salida de agua.

Otros trucos y consejos


Para aportar algo más de información extra sobre el caso, existe un sensor de daño al agua en el interior de los teléfonos móviles. Este sensor se revisa cuando se recibe el aparato a reparar en el servicio técnico, para que no podamos pasar en la garantía el daño por agua. Este sensor es a veces visible en la zona de la batería, una zona blanca que se vuelve roja al mojarse. Si detectamos que está roja, sabed que no servirá mandarlo a reparar, pero si está blanca podemos intentarlo.

Otra cosa importante es que si nuestro accidente es en agua salada o con cloro será mucho más grave que en agua dulce, y en ese caso deberemos sacar la batería igual de rápido, pero a continuación deberemos bañarlo en agua dulce. Combatiremos el agua con más agua, ya que la sal aumenta mucho el índice de peligro, por ello añadiendo agua dulce eliminaremos la sal. Posteriormente seguiremos con los pasos descritos anteriormente para eliminar el agua dulce.

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