miércoles, 27 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (XIV): Torre Campanario

Torre Campanario de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Situada exenta al templo y realizada con piedra sillar. Tiene planta hexagonal y se levanta sobre el antiguo minarete de la mezquita musulmana. Es una atalaya desde la que se domina toda la población y auténtico símbolo de la ciudad. Formada por tres cuerpos, los dos primeros de época medieval, el tercero realizado en el siglo XVII por Pedro de Ruesta que lo culminó con un antepecho en piedra. En el siglo XVIII se realizó el chapitel de ladrillo que lo remata. Tiene una altura de 50 metros.

La escalera, inicialmente helicoidal, desemboca en una especie de habitación. Y a partir de esta habitación se hace perimetral, ubicada al modo mudéjar entre los dos muros que constituyen las pieles del edificio, y con seis vanos abiertos con arcos de medio punto, tanto al exterior, para iluminación, como para el interior, como acceso a habitaciones ahora inexistentes.

Al llegar a la sala de campanas, ésta se ha convertido en una galería corrida hexagonal, que tiene por un lado la calle y por el otro el gran pozo central interior, protegidos ambos por sendas barandillas. En esta zona se encuentran las cuatro campanas litúrgicas.

El ascenso continúa, de manera perimetral, por una escalera de caracol, hasta llegar a una especie de plataforma desde donde se llega, a través de unas planchas de madera, al lugar donde se ubicaba el antiguo reloj mecánico, y más allá hasta la terraza de la torre.

Otro acceso interior permite llegar a la pequeña terraza donde se ubica tanto la campana de las horas como la sirena de la torre. Desde aquí puede que sea posible ascender por el interior de la aguja, puesto que hay diversos maderos cruzados y clavados a la estructura lígnea, de madera, del chapitel.

La torre, construida reutilizando edificios anteriores, tenía diversas salas, que probablemente fueron vivienda de los sirvientes del templo, y la sala de campanas tenía su correspondiente piso de modo que los campaneros podían repicar desde el centro de la estancia las diversas campanas, mediante un ingenioso sistema de cuerdas. Del mismo modo, para 'bandear' las campanas, es decir, para voltearlas a la manera aragonesa, había suficiente espacio tanto de trabajo como de seguridad para moverlas sin riesgo.

En 1366 las tropas del rey Pedro IV, comandadas por el mercenario Beltrán Duguesclin, tras conquistar la ciudad en la guerra contra Pedro I de Castilla, arremetieron contra 306 barbastrenses de aquel entonces, que refugiándose en la torre murieron calcinados. Es por ello que los muros de la parte interna del edificio, aún hoy, se encuentran totalmente ennegrecidos.

En 1610 el obispo Juan Moriz de Salazar (1604-1616) encargó al arquitecto Pedro de Ruesta su rehabilitación.

La destrucción de la guerra civil vació de campanas litúrgicas la torre, dejando la gótica de las horas, así como la de los cuartos, probablemente de similar factura, para los toques tanto del reloj como de alarmas y otros avisos.

De las destruidas durante la guerra, se tiene noticias documentadas de tres: las campanas Pascuala y Valera, fundidas en 1776 por los hermanos Novel (Ramón y Francisco) campaneros de Zaragoza, y la campana llamada de Maitines en 1777 por Francisco Marco y Ventura Manzana, campaneros de Tolva.

En 1941, los hermanos Menezo, de Meruelo, en la provincia de Santander, instalan, probablemente, un taller de fundición ambulante en Barbastro, desde el que funden varias campanas tanto para la Catedral como para diversos templos de la Comarca del Somontano. En esta Catedral hacen dos campanas: una de las pequeñas y la mayor, a la que se une una tercera del siglo XIX, procedente seguramente de los Servicios de Recuperación del Ejército Español. En 1954 se añade una cuarta campana, fundida por Salvador Manclús de Valencia, que a pesar de ser la menor de todas es la segunda de nota.

Por lo tanto, y resumiendo, actualmente en la sala de campanas podemos encontrar cuatro de ellas: la María de la Asunción de 1954, la Santa Bárbara de 1941, la campana de los muertos de 1817 y la Mayor, llamada Isabel, de 1941 y donada por la familia Cosculluela Montaner. Además en el chapitel podemos encontrar la campana de los cuartos y la Raimunda que toca las horas.

Con estas campanas, el campanero Pedro Salinas, y tras él su hijo Joaquín tocan las campanas durante lustros. A la temprana muerte de este último, le sucede su hermana Rosalía Salinas. Esta labor la continua Jose María Fierro, antiguo monaguillo de la Catedral, que había ayudado al padre de los Salinas, y que tenía gran afición por las campanas y sus toques. Tras la muerte del señor Fierro se mecanizan las campanas, instalando sendos electromazos a cada una de las cinco campanas, y un motor de tiro para la de los cuartos.

No es posible visitar el campanario, debido a la escasa superficie de la galería corrida de la sala de campanas, y al complicado e inseguro acceso a la terraza superior.

Menos acorde con la función específica del campanario, es que, en algún tiempo, fuera destinada la torre a cárcel. En 1634, el Cabildo acude al obispo, a fin de que impida el uso como cárcel de la torre, porque entran y salen muchas personas para visitar a los presos y porque las campanas, que tanto cuestan, se estaban echando a perder.

Pero más insólito es, que fuera en alguna ocasión, refugio de conspi­radores. Así en 1824, el Corregidor de la ciudad Don Baltasar de Oncinellas, dirigió un escrito al entonces obispo de Barbastro Juan Nepomuceno de Lera, en el que le dio traslado de un oficio del Subdelegado de Justicia de la ciudad, que dice: 'Reservado. Diez sujetos de la Ciudad me presentaron sus manifestaciones de Comuneros a fin de acogerse al indulto concedido por S. M. a todas las sociedades secretas, manifestando todos ellos que no habían estado más que en dos o tres reuniones de las celebradas en la torre de la catedral de esta Ciudad, los que no tenían ni diploma, título ni insignia alguna. Dios guarde, etc.'

Estos comuneros pertenecían a una sociedad secreta, parecida a la masonería, que se denominaba Confederación de Caballeros Comuneros, en recuerdo de los Comuneros de Castilla. Y, que llegó hasta Barbastro. De e­llos, estos diez pidieron la reinserción.

La Torre Campanario en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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lunes, 25 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (XIII): El Coro

El Coro de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

La sillería renacentista del coro en madera de roble procedente de Navarra, es obra de Jorge Comón, artista de Zaragoza, y de Juan Jubero, natural de Barbastro. En la actualidad se encuentra dividido en dos partes, ocupando su parte principal el presbiterio. Lo comenzó en 1575 Jorge Comón, experto en sillería de coro, que realizó la silla episcopal que lleva fecha de creación de 1584. A su muerte en ese mismo año fue sustituido en 1594 por Juan Jubero que terminaría la obra en 1599. En esta segunda fase la sillería es más austera, con una labor de talla menos ornamentada.

La silla más elaborada es la episcopal, con un alto respaldo donde figura un relieve de la Asunción rodeada de ángeles músicos. Remata el respaldo un dosel con una talla de la Coronación de la Virgen. Delante del asiento un reclinatorio en cuyo frontal vemos la imagen tallada de San Pedro portando las llaves del Cielo y un libro en las manos. Por debajo del relieve de la Asunción, una cenefa con tallas que representan la Anunciación y la Visitación.

Hay un evidente predominio de temas religiosos, algunos de ellos relacionados con la iconografía mariana como hemos mencionado. Entre la iconografía profana presente en la sillería podemos mencionar la representación de personajes paganos como Hércules, Atenea y Cronos en los pilares o el Rapto de Ganímedes en una misericordia.

Ganímedes era un bello joven, considerado el más bello de los mortales, que guardaba los rebaños de su padre en las montañas cercanas a Troya. Su belleza llamó la atención a Zeus que no dudó en raptarlo, convirtiéndose para ello en águila. Fue trasladado al Olimpo donde serviría de copero, escanciando el néctar en la copa de Zeus, función en la que reemplazaría a Hebe, la diosa de la juventud. A pesar del contenido homosexual de la historia, los comentaristas cristianos convirtieron el rapto de Ganímedes en una alegoría del rapto del alma humana por parte de Dios y de su ascensión al reino de los Cielos.

Originalmente el coro se encontraba situado en la nave central, adoptaba la típica forma de 'U' y lo formaban setenta y un sitiales, distribuidos en dos niveles de sillería, el alto y el bajo. La sillería alta tenía un alto respaldo que terminaba en un dosel también de madera. Los muros de cierre del coro fueron realizados en 1601 por el arquitecto Pedro de Aramendía.

En 1950 se decidió el traslado de la sillería del coro, por una mala interpretación de las teorías del Concilio Vaticano II y una equivocada concepción estética y litúrgica. Para poder realizar este traslado, el coro fue dividido en dos partes ocupando una parte de ellas el presbiterio y otra parte en la Capilla de la Asunción. En esta desacertada operación se perdieron algunos sitiales. El órgano se trasladó a la Capilla del Rosario.

El Coro en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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viernes, 22 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (XII): Capilla de los Reyes

Capilla de los Reyes en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Su nombre actual aparece en el siglo XVI y hace alusión a los Reyes Magos de Oriente. De planta rectangular y cabecera poligonal, su origen se corresponde con las anteriores construcciones catedralicias. Tiene comunicación con la capilla del Rosario y además es paso obligado de entrada en la Catedral desde la portada de la Plaza donde se sitúa el Museo Diocesano. Se cubre con bóveda de crucería producto de reformas posteriores al igual que las claves que la cubren.

Sus promotores fueron Domingo Tolla, fallecido en 1262, que fue baile o administrador episcopal en Barbastro, y su esposa Urraca, señores de Escanilla y La Mata en la Comarca del Sobrarbe, que costearon su construcción como capilla funeraria, poniéndola bajo la advocación de San Miguel. En el siglo XVI los restos fueron trasladados a otro lugar.

Disponía de un retablo conocido como del Salvador de los Reyes de autoría atribuida a Antonio Galcerán. Parece ser que por mediación del obispo Miguel Cercito (1585-1595), este pintor visita la ciudad en 1588 y 1594. Sólo se ha conservado lo que parece ser la tabla central del retablo que permanece en la capilla y que representa la Adoración de los Magos, un modelo de éxito que procede del pintor flamenco establecido en Zaragoza, Roland de Mois y que Galcerán repetirá en otras ocasiones.

Hoy es capilla bautismal. La pila actual es de factura reciente, la original fue realizada en 1635 y trasladada a Roma después de ser rota en varios pedazos durante la Guerra Civil. Actualmente se encuentra a la entrada de la iglesia prelaticia de la sede central del Opus Dei en Villa Tevere (Roma), pero no se usa como pila bautismal, sino como pila de agua bendita para santiguarse mientras se entra en esa iglesia. Además, encima de la pila cuelga en la pared una inscripción en latín que advierte que esa fue la pila bautismal de la Catedral de Barbastro, en que fue bautizado José María Escrivá de Balaguer, nacido en nuestra ciudad, fundador del Opus Dei y proclamado santo por Juan Pablo II.

También sirve de nuevo espacio museístico con el pantocrátor de Vió, que se trasladó desde el Palacio Episcopal cuando comenzaron las obras de remodelación para convertirlo en Museo Diocesano y dependencias administrativas del Obispado.

Las pinturas murales de Vió se trasladaron en los años 70 para su restauración a los Talleres Gudiol, en Barcelona, por cuenta de la Caja de Ahorros de la Inmaculada. Se reprodujo el ábside original para fijar las pinturas arrancadas.

Esta pintura al temple se realizó a finales del siglo XIII. Como es habitual, presenta a Cristo en Majestad rodeado por la mandorla, marco o aureola en forma oval o de almendra, y flanqueado por los cuatro signos de los Evangelistas: se refiere a San Mateo, representado por un niño con alas; San Marcos por el león; San Lucas con un toro y San Juan por el águila. El pantocrátor se complementa con escenas a ambos lados de la parte central. En la adoración de los Magos se halla bastante mutilada la imagen de la Virgen y se aprecian los nombres de los Reyes. En relación con el titular de la iglesia, San Vicente mártir, queda una escena, la rueda de molino a la que ataron su cuerpo después del martirio para arrojarlo al mar.

El conjunto, de autor desconocido, se completa con pinturas en las que se representa el Juicio Final, se hace una lectura literal de lo dicho en el libro del Apocalipsis con escenas del ángel con la trompeta mientras se levantan los muertos de los sepulcros.

Se complementa con la representación de San Miguel, con una balanza donde pesa las almas, y reyes que tocan instrumentos musicales, en alusión a los salmistas del Antiguo Testamento. La conservación del pantocrátor se debe a que encalaron el ábside y ello contribuyó al mantenimiento de las pinturas. En el mismo espacio de la Catedral se expone una viga procedente de la iglesia, del siglo XIV muy interesante porque habla del arte mudéjar en esta zona.

Recuerda el emplazamiento original en el interior, atravesando de lado a lado el ábside donde se habían colocado estatuillas, tallas o imágenes de bulto redondo. Es un paso intermedio entre el frontal de altar y los retablos posteriores. En la iglesia de Vió había representaciones de los principales estilos artísticos y de su evolución, sobre todo, la forma de representar la iconografía desde el fragmento del frontal de altar, primeras pinturas conocidas en la zona.

Destaca la manera de colocar las imágenes en una viga, ya que es un modelo poco frecuente y probablemente fue fugaz. Las muestras de distintos estilos artísticos se completan con el pantocrátor del siglo XIII, fragmentos de un retablo del siglo XVI y pinturas murales que representan santos fundadores. El conjunto de la variedad de obras pintadas, en Vió, nos habla desde el arte románico hasta el barroco.

El pantocrátor sirve de lazo de unión para que los visitantes del Museo Diocesano sepan que una pieza muy importante está en el templo. El atrio se ha adecuado para exposición de piedras arqueológicas, entre ellas la lápida episcopal que corresponde al obispo Carlos Muñoz Serrano (1596-1604), mecenas de la parte superior del retablo mayor de la Catedral. Su influencia fue decisiva en la mejora del antiguo Palacio Episcopal.

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miércoles, 20 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (XI): Capilla del Rosario y el órgano

Capilla del Rosario y el órgano en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Segunda capilla de la nave del evangelio. En esta capilla se encuentra instalado el órgano. Se trata de una capilla rectangular con cabecera poligonal. Construida en 1595 y puesta bajo la advocación del Ángel Custodio, su promotor fue Juan de Lunel y su constructor Juan de Villabona, natural de la provincia de Vizcaya. En 1747 se pondría bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario.

La portada de acceso a la capilla, obra barroca realizada en 1745 por Joseph Burria, maestro albañil de la ciudad de Lérida, está formada por un arco de medio punto, flanqueada por dos pilastras con decoración vegetal que descansan en dos altos zócalos que sirven de pedestal a dos esculturas de San Pedro y San Pablo. Por encima del arco dos molduras mixtilíneas con escudos de los donantes. La decoración de la portada se resuelve a base de elementos vegetales, como floreros, jarrones y ángeles.

Los órganos de la catedral


Es posible que existiera ya un órgano en la Iglesia de Santa María, predecesora de la actual Catedral. Probablemente, este primer órgano no sería de una relevancia significativa, en comparación con los que posteriormente se encargaron para el edificio catedralicio.

En 1575, durante el obispado de Felipe de Urriés (1573-1585), se firma contrato con el maestro constructor de órganos Juan Pérez, natural de Rubielos (Zaragoza), a quien se encarga la construcción de un órgano grande con su cadireta, siendo éste el primer órgano importante que se construye en la Seo de Barbastro. El tiempo pactado para su construcción se fijó en un año. Lo que ya no resulta claro es que llegara a construirse en su totalidad. Es posible que las obras se abandonaran en un estadio bastante avanzado. Ello puede deducirse de la falta de un documento que certifique el recibo de la cantidad pactada para la construcción. Además, aparece una nota en la cual se especifica, con fecha 28 de mayo de 1580, la cancelación del contrato. Por otra parte, la siguiente capitulación viene fechada el 19 de abril de 1580, lo que significa que un mes antes de la cancelación del contrato anterior ya se ha pactado la construcción de un nuevo órgano, o cuando menos la remodelación del anterior.

El nuevo encargo fue encomendado al reconocido maestro de órganos Salvador Estada, y que se sabe que realizó trabajos en el órgano de la Catedral de Valencia. Para esta nueva construcción se determina un tiempo de dos años, aunque en realidad se trataba de la remodelación del órgano ya existente. Se pretendía un órgano mucho mayor y ampuloso. Se aprecia la influencia catalano-levantina sobre esta parte de Aragón como, por ejemplo, el que se supriman los registros de lengüeta (dulzainas: poco frecuentes en zonas de influencia catalana, donde se incorporan en épocas más tardías) presentes en el órgano anterior. No olvidemos que el anterior constructor era natural de Rubielos, provincia de Zaragoza, y que el actual Salvador Estada proviniera probablemente de los reinos de Barcelona o Valencia.

Lo más probable es que este órgano tampoco llegara a construirse, dado que no se le menciona en ninguno de los documentos posteriores hallados. Debemos tener presente que está basado en un flautado de 27 palmos (el doble de longitud que el anterior) y por tanto muy costoso como para no ser reutilizado.

Un cuarto contrato, fechado en 1586, coincide con la entrada de Miguel Cercito (1586-1595) como nuevo obispo de Barbastro. Es de destacar el interés mostrado por este obispo en hacer de la Catedral de Barbastro un centro importante dentro del ámbito cultural y eclesiástico. En el tiempo que dura su obispado se realizan obras de gran importancia, como el encargo del retablo del altar mayor.

Este obispo encarga la construcción de un órgano al organista Lorenzo Estanga, natural de Cremona (Italia) y residente en la villa de Tamarite. Es de destacar la presencia de un organero de origen italiano, y más sabiendo que flamencos y alemanes trabajaron en nuestro país en el campo de la organería, pero hay pocas noticias de constructores italianos. Para su construcción se pacta el tiempo de un año, y en esta ocasión, sí llegó a construirse.

En 1638, bajo el obispado de Alonso de Requesens y Fenollet, se encarga al escultor Pedro de Ruesta la construcción de las cajas que deben albergar el nuevo órgano que se construye en la Catedral, el cual, será construido por Pedro Lázaro de Ambel. El órgano debía situarse en el coro, que entonces se hallaba ubicado en el centro de la nave central de la Catedral, frente a la capilla de la Asunción. Ello implica que las cajas del órgano deben guardar una configuración estética similar al coro, requiriendo por tanto, el buen hacer de un escultor especialista como era Pedro de Ruesta.

Las mencionadas cajas deben situarse a ambos lados del coro, ser iguales y de gran belleza, pero sólo una de ellas albergará el instrumento. La segunda deberá tener el flautado pintado de forma que exista una cierta correspondencia estética, así como una construcción apta para poder albergar en su momento, otro instrumento de características similares (órgano gemelo).

Es significativa la diferente ubicación del órgano en los siglos XVI y XVII, pasando de estar en una capilla lateral, a estar en el coro central, con fachada a las dos naves y posibilidad de un segundo órgano gemelo. Es una disposición muy de moda en las catedrales e iglesias importantes castellanas (Salamanca, Lerma, etc.), y con evidente intención de ejecutar música policoral. Esto, unido a la ausencia de cadireta, nos indicaría un retorno a la estética castellano-aragonesa a principios del siglo XVII. Este órgano es el que continuó en la Seo de Barbastro hasta su destrucción en 1936.

Al trasladarse el coro de situación, el órgano pasó a ocupar el sitio donde ahora se ubica. Situado en la parte superior de la portada, la cual se divide en dos cuerpos horizontales, y es obra del organero Alberdi de Barcelona, realizado en 1953, sustituyendo al que se quemó en la Guerra Civil.

La capilla del Rosario y el órgano en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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lunes, 18 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (X): Capilla de San José

Capilla de San José en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Tercera capilla de la nave del evangelio. Su entrada la forma el original arco apuntado realizado en piedra sin ningún tipo de decoración. En 1319 fue mandada construir por el racionero de la iglesia, o canónigo con derecho a ración que disponía de parte de las rentas en la catedral, Miguel Pérez de Soteras, y más tarde entre 1625 y 1635 se reconstruyó bajo el patronazgo de José de Segura y Mendiolaza.

La capilla realizada en piedra sillar y ladrillo adopta una planta de cruz griega de cortos brazos. Se cubre con cúpula de media naranja y linterna que ilumina el espacio interior. El interior de la cúpula está adornado en su totalidad por decoración de estucos de inspiración barroca. En ocho óvalos encontramos imágenes de cuatro padres de la iglesia católica: San Agustín, San Ambrosio, San Crisóstomo y San Gregorio. Alternan las figuras de los padres de la iglesia con cuatro virtudes: fe, esperanza, caridad y fortaleza, lo cual completa los ocho óvalos. En las pechinas el escudo de Mendiolaza promotor de la capilla. Rodeando los óvalos y los escudos del fundador, una infinidad de volutas completan la decoración barroca de la cubrición de la capilla.

Lo mejor sin duda de la capilla es el retablo que alberga en su interior. Originalmente disponía de tres retablos, uno en cada brazo de la cruz griega, pero en 1936 fueron destruidos. En 1952 y procedente del Monasterio de San Victorián en la Comarca de La Fueva fue traído hasta esta capilla su retablo mayor y montado.

El retablo de San Victorián, de interesante iconografía, realizado en el siglo XVIII en madera completamente dorado, está formado por banco, tres calles y tres pisos. Las entrecalles y los exteriores se decoran con columnas salomónicas con decoración de hojarasca. Lo componen un total de veinte pinturas que en general giran alrededor de la vida de San Victorián. Las pinturas son de distintas épocas por lo que se cree que el actual retablo de estructura barroca se formó a partir de piezas dispersas y que se unieron para formar este retablo. El proyecto fue costeado por el infante Alonso de Aragón, arzobispo de Zaragoza y abad del monasterio. El retablo fue montado en esta capilla por los hermanos José y Joaquín Albareda Piazuelo de Zaragoza, imagineros y retablistas de gran prestigio en la capital aragonesa.

En el centro del retablo la imagen sedente de San Victorián de Asán (480-560), santo italiano que vivió en la Comarca del Somontano y en el Pirineo oscense. Tabla gótica fechada en el siglo XV y atribuible a una escuela hispano flamenca. El santo se encuentra entronizado con los atributos episcopales flanqueado por dos personajes, mientras por detrás un grupo de ángeles cantan loas de alabanza. La tabla se atribuye a Bartolomé Bermejo o a su escuela. Los dos personajes que lo flanquean tal vez pudieran ser San Gaudioso y San Nazario.

Junto a la tabla central cuatro lienzos fechados en el siglo XVI asociados a la escuela florentina, son obras de transición al renacimiento. En el lienzo inferior de la derecha, San Victorián de rodillas escucha a un ángel (la Vocación de San Victorián), en el lienzo superior el santo con un libro en las manos hablando a las gentes mientras un ángel lo inspira. A la izquierda el lienzo inferior escena del Milagro de la Fuensanta, en el lienzo superior encontramos una escena no identificada. Pudieron ser pintadas hacia 1518 por el pintor residente en Zaragoza Juan de Madril. Del mismo autor y procedente del mismo conjunto hay en el Museo Diocesano de Barbastro una tabla con la Muerte de San Victorián.

En el segundo piso en el centro tenemos un lienzo con la muerte del Santo. Encima vemos un florón cegado con el óculo eucarístico. El lienzo inferior de la derecha representa al santo diciendo misa, mientras que el lienzo superior representa al santo siendo recibido en un monasterio. A la izquierda tenemos el lienzo inferior representando al santo de rodillas en presencia del rey, mientras que en el superior vemos a nuestro personaje con un libro en las manos y dirigiéndose a un grupo de monjes.

En el tercer piso o ático, en el centro tenemos un lienzo con el Calvario, Cristo junto con los dos ladrones y San Juan y las Marías a sus pies. A la derecha encontramos lienzo representando la muerte del santo y a la izquierda una escena no identificada.

En el banco cuatro pequeños lienzos con escenas de la Pasión de Cristo: El huerto de los olivos, el Prendimiento, la Flagelación y la Vía Dolorosa con Jesús llevando la cruz a cuestas.

El sagrario situado debajo de la tabla central procede de la iglesia de Secastilla que fue incendiada en 1936. Tiene tres pequeñas tablas renacentistas en sus caras: en el frontal el 'Ecce homo' y en las laterales La Dolorosa y San Juan, fechadas en el siglo XVI y de autor anónimo.

El retablo se cierra por su parte superior en forma de arco de medio punto que tuvo que ser modificado por los hermanos Albareda para encajarlo en el espacio de la capilla.

La capilla de San José en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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sábado, 16 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (IX): Capilla de San Carlos Borromeo

Capilla de San Carlos Borromeo en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Situada a los pies del templo, pero en la nave del evangelio, fue realizada en estilo barroco en el siglo XVIII. Antes de encontrarse bajo esta advocación se llamaba del Corpus Christi, y aún antes, de San Ramón.

Ostenta la virtud de poseer, junto con la Capilla del Santo Cristo de los Milagros, de las portadas de entrada más churriguerescas y recargadas de toda la Catedral, con un delirio decorativo abrumador.

Su promotor fue el obispo Carlos Alamán y Ferrer (1718-1739). La capilla la realizó entre 1740 y 1741 el maestro de obras Dionisio Lanzón de Graus famoso también por haber realizado el pórtico de entrada de la Catedral de Roda de Isábena en 1728.

La portada formada por un arco de medio punto dispone de una decoración en escayola en estilo churrigueresco o barroco desbordante. Dos pilastras adosadas flanquean la portada, éstas apoyan en dos zócalos en cuyos frentes podemos admirar el escudo del obispo Carlos Alamán. A los pies de las pilastras, y por encima del zócalo descrito, se encuentran dos figuras representando a San Ramón y San Valero. En la parte superior de la pilastra hay dos imágenes de similares características representando a San Carlos Borromeo y a San Victorian.

En el espacio que queda entre la clave del arco de entrada y una moldura ondulante, que une ambas pilastras, encontramos el escudo del obispo Carlos Alamán lo cual nos dice con su presencia quien costeó la capilla. Por encima de la moldura ondulante antes descrita, una imagen de San Antonio de Padua con el Niño Jesús en brazos y por encima de este el Arcángel San Miguel.

Toda la portada está decorada con imágenes de motivos vegetales, vides, hojarasca, follaje, frutos y sobre todo un gran número de niños que juegan por toda la portada. En la base de las pilastras junto a ellas dos tondos o medallones con relieves de mártires.

El interior se cubre con una cúpula semiesférica que apoya en cuatro pechinas decoradas con los escudos del obispo Carlos Alamán. Se ilumina por un tambor octogonal al que se abre un vano en cada uno de sus lados.

El retablo que hoy ocupa la capilla está realizado en madera y procede de la iglesia de Trillo, de la provincia de Guadalajara. El obispo Carlos Alamán nacido en la cercana localidad de Naval y está enterrado no en esta capilla, sino en la Colegiata de Santa María la Mayor de su pueblo natal.

Esta capilla en la actualidad centra su atención por estar dedicada a la memoria del obispo y beato Florentino Asensio Barroso (marzo 1936- agosto 1936). La historia de este obispo es muy trágica, ya que al poco de ocupar la sede de Barbastro se encontró con el inicio de la Guerra Civil de 1936, siendo detenido poco después por milicias anarquistas que lo encerraron en prisión junto a un gran número de sacerdotes procedentes de toda la Comarca del Somontano y de toda la diócesis. Fueron todos fusilados y en la actualidad la capilla está dedicada a la memoria del obispo y demás mártires de la Guerra Civil. Se da la circunstancia que al obispo antes de ser fusilado en la noche del 8 al 9 de agosto fue cruelmente torturado en los calabozos del Ayuntamiento, e incluso se le amputaron los genitales. Al finalizar la guerra los restos del obispo y demás sacerdotes fueron sacados de la fosa y enterrados en la Catedral. En la actualidad sus restos reposan en esta capilla en un sarcófago de mármol de reciente realización.

La capilla de San Carlos Borromeo en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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viernes, 15 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (VIII): Capilla del Santo Cristo de los Milagros

Capilla del Santo Cristo de los Milagros en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Situada a los pies de la iglesia en la nave de la epístola. Construida en 1703 como capilla bautismal, para ello hubo que tapiar una de las antiguas puertas de la Catedral. Entre 1714 y 1722 se procedió a su decoración y a cambiar la titulación de la capilla por la que actualmente se le conoce. Se colocó un baldaquino, o templete, exento sostenido por cuatro columnas salomónicas, bordeado por una tira de guardamellata y culminado por ángeles con instrumentos de la Pasión. La obra acusa la influencia del baldaquino realizado por el genial artista italiano Gian Lorenzo Bernini en la basílica de San Pedro del Vaticano, conocido a través de un grabado y que con anterioridad ya se había reflejado en los baldaquinos de San Pedro Arbués de la Seo de Zaragoza o en el de Nuestra Señora de los Sagrados Corporales de Daroca. El baldaquino de Barbastro se hizo para cobijar la venerada talla, a tamaño natural, de Cristo Crucificado, que ardió en 1936; la actual fue tallada en 1939 por el escultor catalán Enrique Monjó.

El acceso a la capilla se realiza mediante una portada realizada en estuco de un churrigueresco desbordante. Una puerta adintelada flanqueada por dos pilastras adosadas completamente decoradas con motivos vegetales y niños que soporta un entablamento profusamente decorado. Las pilastras se alzan sobre dos altos zócalos de madera. En la base de las pilastras un conjunto de niños cabalgan sobre leones y pájaros, y a la derecha de la portada también podemos observar un óvalo con un relieve.

El dintel de la puerta se adorna con una especie de cortinaje que simula la entrada a la capilla, se abre con la ayuda de unos niños y dos figuras que sujetan el mismo junto a las pilastras. Por encima del entablamento una hornacina con venera con una imagen de la Verónica encuadrada en el centro de un frontón semicircular partido. Decorando el frontón tres imágenes que representan a la fe, la caridad y la justicia. En la parte superior del frontón unos angelitos portan los elementos de la Pasión de Cristo.

El interior se cubre con cúpula apoyada en trompas con los símbolos de los cuatro evangelistas y con linterna central que permite la iluminación de la capilla. Por debajo de la cúpula tres frescos realizados entre 1886 y 1887 por el catalán LLobet y que representan La Última Cena, Camino del Calvario y Jesús entre profetas, reyes y santos.

En los muros de las paredes, grandes lienzos cubren prácticamente la totalidad del interior. Al fondo por detrás del templete donde se encuentra el Cristo, tenemos un lienzo con la Última Cena, y a ambos lados el Juicio de Pilatos y la Verónica. En los muros laterales de la Capilla vemos la Oración en el Huerto y la Crucifixión. En los laterales de la ante-capilla encontramos el Beso de Judas y el Prendimiento, estos lienzos de menor tamaño que el resto.

Este Cristo de los Milagros, como su nombre indica, tiene fama de milagrero. Corría el año 1701, cuando se experimentó en la ciudad y en la Comarca del Somontano una falta notable de agua y ante ésta circunstancia, como lo había hecho en otras ocasiones, la Cofradía de las Almas que era la que cuidaba de la Santa Imagen sacó en veneración al Santo Cristo en devota procesión hasta el Pueyo y al volver por la tarde anduvo por las calles ordinarias de la procesión, con tan numeroso concurso de gente y penitencias que edificó mu­cho al pueblo. Al regresar a la Catedral, se puso al Cristo en el altar mayor y se veneró durante nueve días, diciéndose misa por la mañana y por la noche; después de Maitines, se cantaba el salmo miserere con gran afluencia de fieles y antes de terminar la novena, llegaron las lluvias que supusieron el socorro de la necesidad.

Otra versión de estos sucesos cuentan que, un canónigo de la Catedral le preguntó al Cristo de los Milagros si llovería o no llovería, a lo que el Cristo movió la cabeza en sentido afirmativo y efectivamente la lluvia hizo su aparición.

Otro hecho milagroso se cuenta que en Julio de 1855, cuando la Ciudad se vio invadida por el terrible cólera morbo asiático, que azotó a la mayoría de los pueblos de España, se acudió con fervor y confianza al patrocinio del Santo Cristo y al tercer día de la novena, el número de afectados se redujo de 1.500 a 600, en los días en que se hallaba en período de ascenso la enfermedad.

Capilla del Santo Cristo de los Milagros en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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miércoles, 13 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (VII): Capilla de San Francisco Javier

Capilla de San Francisco Javier en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Tercera capilla de la nave de la epístola, su propiedad la ostentaba la familia Pueyo que la tomó bajo su protección en 1651, pero fue incendiada en la Guerra Civil estando dedicada a San Francisco Javier. La casa solariega de la familia Pueyo estuvo situada en las proximidades de la Catedral, concretamente en el solar que actualmente ocupa la Casa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en la Plaza de la Constitución.

En la actualidad, la capilla se encuentra vacía y desprovista de decoración. Formada por un arco de medio punto con pilastras que sostiene un frontón curvo partido con el escudo de la familia Pueyo, escudo que también aparece dentro en los muros laterales. Dispone de una pequeña cúpula con linterna que permite la iluminación de su interior. Su decoración arquitectónica escasea. Sólo queda de ella unas pinturas en el fondo, consistentes en un cortinaje y dos santos: San Dionisio y San Francisco de Borja.

San Francisco Javier nacido en el castillo de Javier (Navarra) en 1506 y fallecido en Malaca (Malasia) en 1552, fue misionero jesuita y es conocido como el Apóstol de la propagación de la Fé. En la Universidad de París conoció y entabló amistad con Ignacio de Loyola, que le enroló entre los compañeros con los que había de fundar la Compañía de Jesús, en Roma en 1539.

Por entonces, el rey de Portugal, Juan III, conocedor de los planes y compañeros de Ignacio, pidió al fundador que le concediera seis de sus religiosos para sus misiones de la India. Fueron designados dos, Nicolás de Bobadilla y el portugués Simón Rodríguez. Pero encontrándose enfermo Bobadilla, fue sustituido por Francisco Javier. Salió él solo hacia la India el 7 de abril de 1541, sin su compañero, que quedó en Lisboa por mandato del rey. Llevaba el nombramiento de legado pontificio para todas las tierras situadas al Este del cabo de Buena Esperanza.

Sobresalió por su dedicación a los enfermos en los hospitales, y a los prisioneros de guerra y encarcelados; y muy, particularmente por sus catequesis a los niños, a los que reunía por las calles al sonido de una campanilla, para enseñarles la doctrina cristiana. Con la ayuda de intérpretes consiguió traducir a su lengua las principales oraciones cristianas. Y así ejercitó las auténticas cualidades y virtudes del misionero, corriendo de pueblo en pueblo, siempre a pie, haciendo el oficio de predicador, de maestro, de juez en los altercados de la gente, de defensor de la justicia frente a las injusticias de unos y otros, sobre todo de los colonos y de los reyezuelos. Allí comenzó justamente su bien merecida fama de santo y de taumaturgo o milagroso.

En sus viajes ininterrumpidos buscó siempre nuevos campos de apostolado para sí y para los compañeros que San Ignacio iba enviándole ininterrumpidamente desde Europa. Después de emprender la labor evangelizadora en Japón, sus planes apostólicos eran mucho más ambiciosos: ponerse en contacto con los daymios o gobernadores de los diversos Estados japoneses, y con el mismo emperador del Japón. Es de notar que en su apostolado era ayudado por los mercaderes portugueses, que le colmaban de honores, con el fin de llamar así la atención del mundo japonés, en favor del misionero. Bajo su dirección y su entrega total comenzaban a florecer las primeras cristiandades japonesas.

Y como había oído a los japoneses que su cultura provenía propiamente de China, comenzaba ahora a madurar un nuevo plan, la evangelización de la propia China. Pero existía la dificultad de que estaba rigurosamente prohibida la entrada a todo extranjero. Sin embargo, enfermo de pulmonía, murió a las puertas mismas de la ciudad china de Cantón, en la mañana del 3 de diciembre de 1552.

Fue beatificado por Paulo V el 25 de octubre de 1619, y canonizado por Gregorio XV el 12 de marzo de 1622. Siendo declarado más adelante patrono principal de todas las misiones de la Iglesia.

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lunes, 11 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (VI): Capilla de la Asunción

Capilla de la Asunción en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

La segunda capilla de la nave de la epístola tuvo como promotor al dean de la Catedral Don Pedro Pillarte. Realizada entre 1618 y 1621, y resulta muy similar a su compañera, capilla de Santiago, por lo que se cree que su construcción obedece también a Pedro de Ruesta.

La portada formada por un gran arco de medio punto está flanqueada por dos columnas adosadas con fustes estriados de distintas formas y capiteles de orden corintio. Las columnas apoyan en altos zócalos cuyos frontales están adornados por dos relieves que representan a San Pedro y San Pablo. Por encima del arco un arquitrabe decorado que sostiene a su vez un frontón curvo partido con decoración de modillones. En el centro una pena que está vacía.

A destacar en las enjutas del arco la escena de la Anunciación, en la enjuta izquierda vemos al Arcángel San Gabriel señalando al centro de la clave del arco donde se encuentra la paloma que representa el Espíritu de Dios, en la enjuta derecha la imagen de la Virgen María recibiendo la gracia de Dios.

De estilo barroco toda la portada se decora con elementos de temática vegetal, geométrica y gran cantidad de ángeles.

El espacio interior de la capilla se cubre con bóveda estrellada nervada que apoya en cuatro ménsulas adosadas a los muros. Del centro de la bóveda cuelga un pinjante de madera con un escudo episcopal, tal vez del obispo Jerónimo Batista de Lanuza (1616-1622) que bendijo la capilla.

Un friso recorre el perímetro de la capilla y dice: PEDRO PILLARTE CESARAUGUSTANO; DOCTOR EN TEOLOGÍA Y MAESTRO E INTERPRETE DE ARTES, DEAN Y CANÓNIGO DEDICÓ ESTA CAPILLA DE SU PROPIO HABER PARA SEPULCRO DE LA BIENAVENTURADA MARÍA, EL AÑO DEL SEÑOR 16....

El retablo es obra de los talleres de arte sacro de los hermanos Albereda, José y Joaquín, de Zaragoza realizado en 1950 ya que el anterior también fue quemado durante la Guerra Civil Española. De adscripción neo-gótica dispone de diversos lienzos con escenas de la Virgen y diversos santos, entre los que destacan San Vicente, San Cornelio, San Esteban, San Calixto, San Cosme y San Damián que fueron los primeros titulares de la primitiva iglesia construida después de reconquistada la ciudad. Los rostros de estos santos se corresponden con personajes reales del momento, así San Vicente es el rostro del obispo Arturo Tabera Ortiz (1946-1952), y otros santos se corresponden con los rostros de familiares de los autores del retablo.

Bajo el retablo en una urna, encontramos la imagen yacente de la Virgen, realizada en madera policromada en 1946 por el catalán Enrique Monjó, siguiendo el modelo existente antes de la Guerra Civil.

En el suelo se encuentra la lápida del obispo Emilio Jiménez Pérez (1918-1926) fallecido en Barbastro. La capilla se cierra por una verja de metal de tres cuerpos que apoya en un basamento de piedra decorado en su frontal con figuras geométricas.

Capilla de la Asunción en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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sábado, 9 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (V): Capilla de la Virgen del Pilar

Capilla de la Virgen del Pilar en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Originalmente era la capilla de Santiago Apóstol y su promotor fue el obispo Juan Moriz de Salazar (1604-1616), muy devoto del apóstol. Es la primera capilla lateral situada en la nave de la epístola. Edificada por el arquitecto barbastrense Pedro de Ruesta entre 1608 y 1610. Su entrada está formada por un gran arco de medio punto flanqueada por dos pilastras con decoración de óvalos lisos que apoyan en altos zócalos. En el frontal de los zócalos dos óvalos y en su interior una cruz. En la parte superior del arco un pedestal, hoy vacío, pero que en origen debió lucir el escudo de armas del obispo. En la parte superior un frontón curvo partido. La capilla se cierra mediante una reja de hierro apoyada en un basamento de piedra. Corona la reja metálica el escudo episcopal.

Su interior se cubre por una bóveda estrellada siguiendo el mismo estilo que el interior del templo. Las claves llevan diversos escudos entre ellos el escudo del obispo Juan Moriz de Salazar.

Un friso recorre el perímetro de la capilla que dice: JUAN MORIZ DE SALAZAR, VALLISOLETANO, DOCTOR Y CANÓNIGO DE LA IGLESIA DE SALAMANCA; INQUISIDOR APOSTÓLICO DEL REINO DE ARAGÓN, OBISPO DE LA IGLESIA DE BARBASTRO, DEDICÓ ESTA CAPILLA, CONSTRUIDA A SUS EXPENSAS, A SANTIAGO ZEBEDEO SU PATRONO. AÑO 1610.

El retablo de la Virgen del Pilar es obra del taller de arte sacro de los hermanos Albareda, José y Joaquín, de Zaragoza realizado en 1941. En el ático del retablo encontramos un conjunto cuya imagen central es Santiago Matamoros. La advocación de la capilla a la Virgen del Pilar es posterior a la Guerra Civil española de 1936. Como hemos dicho su titular era el apóstol Santiago, pero su retablo realizado en 1611 por Carlos Gallarza y Pedro de Ruesta fue quemado en 1936.

En la cripta realizada por Pedro de Ruesta en 1620 están enterrados los restos mortales del obispo Juan Moriz de Salazar que falleció en la ciudad de Huesca en 1628 de donde era obispo en aquella época. Siguiendo su mandato testamentario, el corazón y las vísceras fueron enterradas en la Catedral de Huesca y el resto de su cuerpo en la presente Capilla de Santiago.

La decoración de la portada se adscribe a la época barroca, con una gran profusión de elementos decorativos: flores, ángeles, grutescos y elementos vegetales.

Capilla de la Virgen del Pilar en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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viernes, 8 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (IV): Retablo de San Pedro Apóstol

Retablo de San Pedro Apóstol en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Situado en la nave sur, nave de la epístola. Fue encargado el 25 de junio de 1745 al escultor y retablista barbastrense Antonio Malo y Bordas, e inaugurado un años después, el 29 de junio de 1746. Bajo el suelo de esta capilla de San Pedro se puede encontrar la cripta funeraria de la familia de Gracia de Tolva.

Saturnino López Novoa en su Historia de Barbastro hace una reseña del 'maestro Francisco Gracia de Tolva'. El término Maestro lo utiliza por ser hombre aventajado en las letras y de suma piedad, no porque ejerciera la profesión de maestro. Fue doctor en teología y cánones, y catedrático de aquella facultad en la Universidad de París. Fue también consultor del Santo Oficio, y hombre versado en las matemáticas y otras ciencias, habiendo publicado varios escritos sobre estas materias. Edificó a su costa una sala espaciosa para enfermería de personas de calidad en el hospital de esta ciudad y dotó de todo lo necesario, poniéndole el título de Nuestra Señora de Gracia, para que se le pudiesen aplicar algunas indulgencias del hospital general del mismo nombre de Zaragoza. Y fundó en la capilla de San Pedro apóstol de la catedral de Barbastro una capellanía de patronato de su familia, cuya institución testificó el notario Segura el 22 de septiembre de 1555. Su muerte ocurrió en Zaragoza el año 1560.

La mazonería o estructura barroca del retablo es similar al retablo de San Ramón, y ello no es casualidad, ya que cuando fue encargado se especificó que tenia que guardar similitud con su compañero del lado norte. Sin embargo, los relieves e imágenes acusan las formas movidas barrocas, excepto la escultura titular de San Pedro que debe proceder del anterior retablo desaparecido.

Está compuesto de tres calles, entrecalles, tres pisos y banco. En el centro del banco se encuentra un relieve con la crucifixión de San Pedro cabeza abajo, y a ambos lados dos grandes relieves de San Pedro y San Pablo bajo arcos de medio punto que sostienen frontones curvos partidos.

En el centro del primer piso, se puede observar a San Pedro con los revestimientos papales sentado en la cátedra. A ambos lados encontramos dos escenas relativas a San Pablo, el Juicio y su martirio con la decapitación por espada.

El segundo piso, está ocupado en su centro por un obispo, no identificado plenamente, pero que se cree pudiera ser San Ramón, y a los lados dos escenas relativas a San José de Calasanz, en una de ellas le vemos orando ante un crucifijo, y en la otra escena vemos al santo recibiendo el anagrama de las Escuelas Pías de la que es fundador, y siendo en Barbastro donde fundó el primer colegio escolapio en España.

En el tercer piso o ático, en el centro, vemos el Calvario con San Juan y la Virgen María a los pies de la cruz. A ambos lados San Antonio de Padua y otro santo no identificado. Sobre ellos dos pequeñas imágenes representando a las Virtudes de la Prudencia y la Templanza. En el lugar más alto del retablo encima del Calvario, observamos el escudo de la familia Gracia de Tolva, promotora del retablo.

En las entrecalles encontramos diversos santos: San Victorian, San Ignacio de Loyola, San Miguel, San Antón, San Cristóbal y San Jorge.

Retablo de San Pedro Apóstol en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España

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miércoles, 6 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (III): Retablo de San Ramón

Retablo de San Ramón en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

San Ramón del Monte (1104-1126) fue el segundo obispo de la diócesis Barbastro-Roda, y es patrón de Barbastro desde 1595 cuando así lo declaró el obispo Miguel Cercito, y su nombre verdadero era Raimundo Guillermo, era natural de Durban, en tierras narbonenses de Francia. Destacó como mecenas del arte y consagró numerosas iglesias románicas, como las de Alaón y Tahull, y altares en Alquézar y Roda. La festividad del patrón San Ramón es celebrado en Barbastro cada 21 de Junio, constituyendo la festividad menor de la localidad.

El retablo fue realizado en el siglo XVII, y está situado en el ábside norte, o lo que es lo mismo en el lado del evangelio.

Con anterioridad a la construcción de este retablo, la capilla se encontraba bajo la advocación de San Juan Evangelista. En 1636 se decide la construcción de este retablo atribuido a Juan Miguel Orliens de Huesca, Pedro de Ruesta de Barbastro o Carlos Gallarza, costeado por el ciudadano barbastrense Jerónimo de Bielsa, y en los que el linaje de los Bielsa tuvieron su enterramiento propio.

A excepción del banco, este guarda cierta semejanza estilística con el retablo central de la Asunción, por lo que este se tuvo en cuenta a la hora de construirlo. Formado por tres calles, entrecalles, banco y tres pisos.

En el banco la escena central representa la Última Cena, y a los laterales a San Pedro y San Pablo bajo arcos de medio punto y entre columnas estriadas de orden jónico que sustentan frontones curvos partidos. El arco donde se encuentra San Pablo es la puerta que permite el paso a la sacristía situada detrás del Altar Mayor.

En el primer piso, en el centro, se encuentra la figura del propio San Ramón del Monte; y a ambos lados escenas de la vida del santo, huida de San Ramón de la ciudad de Barbastro y procesión de sus reliquias. En las entrecalles cuatro imágenes sin identificar, uno de ellos San Lorenzo.

En 1115, San Ramón, siendo obispo de la diócesis Barbastro-Roda, fue expulsado de su sede episcopal por soldados enviados por Esteban, obispo de Huesca, formando parte este acontecimiento de los conflictos derivados de la creación, como consecuencia de la reconquista, de nuevas sedes episcopales. Las crónicas escritas señalan que al huir de Barbastro, San Ramón se detuvo en el 'montecillo de los ahorcados', donde actualmente se sitúa la ermita dedicada a él, para contemplar y bendecir a la ciudad por última vez.

Respecto al traslado de la reliquia de San Ramón, una canilla del brazo extraída de su tumba, desde Roda de Isábena hasta Barbastro, podemos decir que fue verdaderamente fastuosa, con acompañamiento múltiple y con innumerables paradas en muchas de las poblaciones que atravesaba el cortejo. Finalmente el día 8 de Abril de 1595 esta reliquia, fue depositada en la ermita de San Ramón del Monte, recién construida, a la espera de su traslado solemne a la propia ciudad y a su catedral. Esto último aconteció dos días después, se produjo el 10 de Abril de 1595.

El centro del segundo cuerpo lo ocupa la imagen de la Inmaculada de pie sobre la luna, a la que acompaña diversos elementos marianos, entre ellos el Sol y la Luna. A ambos lados encontramos escena del tormento de San Juan Evangelista, y San Jerónimo orando rodeado con los atributos que le son propios: el león, la cruz, el capelo cardenalicio, etc... En las entrecalles se sitúan Santa Lucía y Santa Bárbara.

El tercer piso o ático lo forma en su centro Cristo en la Cruz y a sus pies San Juan y la madre de Jesús. A ambos lados San Antonio y San Francisco de Asís. Sobre ellos las virtudes de la Fortaleza y la Justicia. En lo más alto encima del calvario vemos el escudo de Jerónimo de Bielsa promotor del retablo.

Es sabido de Jerónimo de Bielsa que, el 16 de octubre de 1645, el rey Felipe IV concedió un real Privilegio a su favor, en el que se reconocían sus loables merecimientos, la devoción y la constancia de su fidelidad que siempre tuvo a la Corona y los gratos y aceptables servicios que él y sus antecesores le habían prestado, así como haber expresado su determinación de servir, en tiempo de guerra, a su cuenta, en uno de los Ejércitos ordenados dentro y fuera de los Reinos de España, y se le concedía licencia y plena facultad para, siempre que quisiere y bien le pareciere, pudiera ser promovido a la honra y grado de la milicia y ser honrado e ilustrado con el cíngulo militar y de caballería por cualquier Capitán General que gobernare nuestras Armas y Ejércitos. Lo que fue ampliado y completado por otro Real Privilegio de 24 de noviembre siguiente, en el que se le autorizaba a ser armado Caballero, en atención a su antigua estirpe y nobleza esclarecida.

Retablo de San Ramón en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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lunes, 4 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (II): Retablo Mayor

Retablo Mayor en la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Formado por tres cuerpos y ático. La construcción de la gran colegiata de la capital del Vero, cuya fábrica se terminó hacia 1533, implicaba contar con un retablo mayor acorde con el edificio. Sin duda, el clero, concejo y habitantes de la ciudad pensaron que debía tener una obra similar a la del Pilar de Zaragoza y a la de la catedral de Huesca. Por esta razón, en septiembre de 1558 el concejo compraba un 'pie' o banco de alabastro del difunto Damián Forment, autor de las dos obras anteriores, fallecido en Santo Domingo de la Calzada el 22 de diciembre de 1540. A él corresponden la escena de la Resurrección, los apóstoles Pedro y Pablo, ubicados en ambos extremos, y el ornato de grutescos del basamento del retablo de Barbastro.

Ese mismo día de la compra, el Concejo de la ciudad hacía un contrato con Juan de Liceyre (1515-1560), uno de los escultores renacentistas de mayor consideración entonces en Aragón, para continuar la obra del pie del retablo en alabastro procedente de las canteras de Gelsa (Zaragoza), aprovechando lo realizado por su maestro Forment y esculpiendo él cinco escenas de la Pasión de Cristo: La oración en el huerto, el Prendimiento, 'Ecce Homo', Cristo camino del Calvario y la Piedad. Suyo es también el relieve de la Purificación de Nuestra Señora que debió presentar como modelo para quedarse con el proyecto. Este se ampliaba en octubre de 1559 para adaptar su estructura a la cabecera de la iglesia y se encargaba al mismo escultor las dos portadas con los obispos, ubicados en los lados del retablo, en el sotobanco, dos hornacinas con imágenes del obispo San Poncio (1101-1104) y el obispo San Ramón (1104-1126). Sobre la hornacina de San Poncio un tondo con la imagen de María Magdalena y sobre San Ramón otro tondo de San Jerónimo. Ambas figuras representadas con los rasgos físicos del propio Juan de Liceyre y su esposa, que colocó este escultor a imitación de su maestro Forment. También podemos apreciar en sus extremos el escudo de la ciudad de Barbastro. Se completa la decoración con pequeñas figuras de niños, ángeles, y decoración vegetal en forma de orlas o guirnaldas. En conjunto resulta una obra plenamente representativa del plateresco español.

Una vez asentada esta parte inferior del retablo las obras se detuvieron hasta marzo de 1600, cuando el obispo Carlos Muñoz Serrano, cuya labor episcopal desarrolló en Barbastro entre los años 1596 y 1604, contrata a los escultores Pedro Martínez de Calatayud, Juan Miguel Orliens de Huesca y Pedro de Aramendía de Zaragoza para finalizarlo, si bien intervinieron en el mismo otros artistas. La policromía tanto de la parte del alabastro como de la madera es obra de Luis Salinas. El retablo lo forman tres calles separadas por entrecalles, dos pisos y ático. Esta zona superior o cuerpo del retablo, de formas romanistas, se hizo en madera de pino policromada y ya estaba terminada en julio de mil seiscientos uno. En él se siguió un diseño arquitectónico clasicista de acuerdo a la normativa recogida en la Regla de los Cinco Órdenes del italiano Vignola y se mantuvo el óculo eucarístico de los retablos aragoneses. Hay una clara ordenación temática con relieves alusivos a la Virgen y a su Hijo, además de tallas de santos.

En el centro del primer cuerpo se encuentra La Asunción de la Virgen, debida a Pedro Martínez, y a ambos lados cuatro escenas: la Anunciación, la Natividad, la Circuncisión y la Adoración de los Reyes Magos. En las entrecalles cuatro imágenes: San Lorenzo, San Vicente Mártir, San Juan Bautista y Santa Catalina de Alejandría. Separando las diversas escenas, vemos columnas acanaladas con capiteles corintios y rematando cada escena un frontón curvo. El retablo tuvo puertas de lienzo pintadas por el artista zaragozano Domingo del Camino.

En el segundo piso, en su parte central vemos el óculo eucarístico rodeado por dos ángeles y sobre él, la Trinidad coronando a la Virgen María. A ambos lados dos escenas representando la Ascensión de Cristo a los Cielos y el Pentecostés. En las entrecalles cuatro imágenes de San Roque, San José, María Magdalena y Santa Lucía. Las diversas escenas están separadas por columnas de fuste acanalado y frontones curvos.

En el centro del ático observamos a Cristo en la Cruz con San Juan y la Virgen María y en los extremos imágenes de San Miguel Arcángel y el Santo Ángel Custodio.

Retablo Mayor en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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sábado, 2 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (I.b): Accesos e Interior

Acceso principal de la Catedral de Barbastro desde la calle San José de Calasanz (Somontano, Huesca, Aragón, España)

Portada principal


Situada a poniente, en la fachada que da a la calle San José de Calasanz, y calle La Seo. Esta portada principal está realizada en ladrillo, y para acceder a ella hay que subir unas escaleras que salva el desnivel existente entre la calle y el suelo de la entrada del templo. También es posible utilizar una rampa lateral que permite acceder al público con problemas de movilidad. Originalmente esta fachada contaba con tres puertas, pero las laterales fueron tapiadas para construir las capillas de los pies, dedicadas a San Carlos Borromeo y al Cristo de los Milagros. La portada formada por un arco de medio punto que apoya en dos pequeñas pilastras adosadas al muro. Otras dos pilastras sostienen un friso decorado con metopas y en cuyo centro se sitúa el escudo episcopal. Por encima de este friso observamos un frontón partido y más arriba una hornacina con venera, sin su titular la Virgen de la Asunción. El escudo episcopal lleva la fecha de 1703 por lo que se supone que hace referencia al obispo Francisco de Paula Garcés y Marcilla (1700-1708).

Por encima del tejadillo o alero un rosetón circular con tracería calada formada por círculos. La portada queda encajada entre las dos capillas de los pies del templo.

Portada de la Plaza del Museo Diocesano


Acceso a la Catedral de Barbastro desde la Plaza del Museo Diocesano
Abierta en su lado noreste cerca de la cabecera, está formada por un arco de medio punto con una arquivolta decorada con caras de ángeles y motivos florales. Esta apoya en capiteles con un friso corrido y pilastras de fuste estriado adosadas al muro. En las enjutas del arco se observan más cabezas de ángeles. A los laterales del arco encontramos dos hornacinas en la actualidad vacías; una tercera hornacina más grande en la parte superior del arco por encima del friso que enmarca la portada. La hornacina se cubre con concha de venera y también está vacía. Sobre esta hornacina está situado el escudo de la ciudad de Barbastro sostenido por dos tenantes niños. El escudo lo forma una cabeza de hombre barbado y cinco pequeños escudos con los palos de Aragón puestos en orla. El escudo se timbra con la corona real.

A ambos lados dos tondos con relieves de San Pablo a la izquierda, muy deteriorado, y a la derecha a San Pedro con las llaves y la tiara. El friso que recorre la parte superior del arco se decora con ángeles niños y calaveras. Protege la portada un alero o tejado de madera.

Interior del templo


La majestuosidad del interior se advierte en sus 50,25 metros de largo por 23 metros de ancho. La bóveda se apoya en tres pares de columnas altas y estilizadas de unos 18 metros de altura. En su parte elevada se encuentran capiteles decorados con flora, fauna, escudos de la ciudad, ángeles músicos, grifos, leones, cabezas de ángeles, máscaras, etc... coronan las columnas y a partir de estos se abren los nervios a modo de palmera que forman una bóveda de extraordinaria belleza.

En las claves de los nervios se encuentran múltiples florones tallados en madera con motivos arabescos y escudos de la ciudad. La bóveda es obra de Juan Segura, realizada entre 1528 y 1533. Junto con Segura trabajaron sus ayudantes Miguel de Urruzola y Martín de Estasa. Destacan sus 485 claves decoradas, talladas en madera policromadas y realizadas por Gil Bravante, Juan de Moreto y Nicolás de Orliens. Las bóvedas nervadas tiene un estilo renacentista con reminiscencias castellanas. Las claves de la bóveda son llamadas las rosas de la Seo. Las claves de la bóveda de las capillas laterales son obra bastante posterior. La clave central del Altar Mayor es obra de Nicolás de Orliens realizada en 1531.

En la parte alta del templo, a la altura del arranque de las bóvedas, corre un friso con la siguiente leyenda: 'Tota Pulchra es amica mea et macula non est in te / bene fundata est supra firmam petram domus tua, domine / .. anno MDXXXI .../ nobis peer sigulos annos huius sancti templi tui dedicatione reparas diem et sacris semper mysterius representas incolumes / Exaudi preces populi tui et presta ut quisquis hoc templum beneficia petiturus ingreditur cuncta se impetrata laetetur /. Per Christum dominum nostrum amen.'

Cuya traducción podría ser: 'Toda hermosa eres amiga mía y en ti no hay defecto. Señor, tu casa está perfectamente asentada en roca firme ... Año 1531 ... Nos recuerda año tras año el día de la dedicación de tu santo templo y por los sagrados misterios nos preservas de la desgracia. Oye las preces de tu pueblo y concede que quien entre en este templo para implorar tu favor, se alegre por obtener cuanto hubiere pedido. Por Cristo Señor Nuestro. Amén.'

La Catedral se cubre al exterior con cubierta de teja a cuatro aguas sobre una armadura de madera que descansa a su vez en la bóveda de crucería estrellada. La iluminación interior se realiza a través de vanos apuntados abiertos en los laterales del muro, uno por tramo. A los pies se encuentra un rosetón circular adornado con tracería de círculos concéntricos y formas geométricas. Los vanos se cerraban por vidrieras que fueron destruidas en la Guerra Civil española. En la actualidad han sido repuestas con imágenes alusivas al titular de la capilla donde se abre, a excepción de la Capilla de los Reyes que está dedicada a la Virgen de El Pueyo.

En 1533 una vez terminada la Catedral, el maestro de obras Juan Segura aún realizaría entre 1543 y 1544 la escalera de caracol, con un eje retorcido en soga, que permite el acceso a la parte superior de la bóveda desde la sacristía situada detrás de la Capilla Mayor.

Accesos en el plano de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

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La juventud y el cooperativismo. Opción de futuro

La juventud y el cooperativismo. Opción de futuro

La situación actual de la economía mundial pasa por uno de los momentos más difíciles de su historia, y es ahora cuando la economía social debe tomar su protagonismo, y más en concreto el movimiento cooperativo debe ser considerado como una alternativa real, como una salida y un camino para el retorno a la estabilidad económica y de empleo.

Esta crisis económica está teniendo graves consecuencias sociales entre amplios sectores de la sociedad, y en especial sobre los colectivos de trabajadores, tanto por cuenta ajena como por cuenta propia. En este contexto, se abre paso la posibilidad de explorar otras fórmulas de creación y mantenimiento de puestos de trabajo basado en la fórmula de la economía social. La cooperativa como forma de organización económica fomenta la autorresponsabilidad, la autoayuda y la solidaridad como el camino más adecuado para la resolución de las necesidades de las personas.

Las cooperativas pueden resultar una herramienta en el trabajo cotidiano contra la precariedad y la exclusión. El movimiento cooperativo nació ante las incapacidades de las empresas mercantiles para resolver las necesidades humanas. En el cooperativismo se sustituye el incentivo del lucro individual por los conceptos de servicio colectivo y solidaridad. Es por ello que todos los gobiernos y países del mundo permiten y apoyan, en mayor o menor medida, la adopción de sistemas cooperativistas de uno u otro tipo.

El cooperativismo puede ser una respuesta a la situación de crisis actual, una alternativa para todo el capital profesional de trabajadores que se han cualificado en los últimos años, bien sea a través de estudios reglados o de formación continua (lo que yo llamo perFormación), que ahora están en situación de paro y que pueden encontrar una solución en el emprendimiento de su actividad en forma de cooperativas. La sociedad y los estados han realizado una inversión en la formación y cualificación profesional de los jóvenes y de los trabajadores. Esta inversión ahora debería revertir en esta misma sociedad, así como en los estados, y de qué mejor forma que con el fortalecimiento de un modelo económico donde sus beneficios van a parar a la comunidad.

En concreto, la población joven es la que sufre los efectos más devastadores de la crisis. Crisis que se personaliza en los jóvenes, precarizando su situación por encima de la de otros segmentos de la población. La apuesta por un modelo donde emprender la actividad profesional desde principios democráticos y de solidaridad es, en esencia, una apuesta por una comunidad con unos principios más justos. Los jóvenes son en sí mismos la garantía del relevo generacional por la apuesta de construir una economía social fuerte.

Artículo publicado en 'Economía más Social' -->

viernes, 1 de octubre de 2010

Descubre el Somontano: Catedral de Barbastro (I.a): Introducción

Pared lateral exterior de la Catedral de Barbastro (Somontano, Huesca, Aragón, España)

La historia de la diócesis de Barbastro es irregular en el tiempo. En 1101, recién conquistada la ciudad por Pedro I de Aragón en la primera cruzada de la historia predicada por el Papa Alejandro II, el obispo de Roda de Isábena, San Poncio (1101-1104) traslada la sede a Barbastro, creándose la diócesis de Barbastro-Roda. Esta medida era provisional, hasta que fuese recuperada Lérida, mientras los obispos de Huesca, trataban también de hacerse suya la codiciada ciudad de Barbastro. En 1149 es suprimida en favor de Huesca, mediante una resolución de Inocencio III. Continuando los barbastrenses en sus aspiraciones resolvieron independizarse por completo de los obispos de Huesca, por lo que dio lugar a ruidosos pleitos y discusiones con intervención del Papa y del Emperador Carlos V, e incluso hubo momentos en que Barbastro pasó a depender temporalmente del Arzobispo de Tarragona, pero en mayo de 1533, el Papa devolvió al obispo de Huesca su jurisdicción.

La política religiosa de Felipe II vino a favorecer las aspiraciones de los barbastrenses. Receloso el monarca español del avance de los luteranos en tierras del Bearn, tan próximos al Reino de Aragón, temiendo que la herejía contagiase las comarcas fronterizas y suponiendo que los obispos de Huesca y Lérida no podían vigilar convenientemente sus extensas diócesis, concibió la idea de desmembrarlos erigiendo dos nuevos obispados en Barbastro y Jaca. Para lograr este fin, realizó Felipe II una persistente campaña diplomática cerca del Vaticano. El 18 de junio de 1571 es nombrada nuevamente sede episcopal, mediante una bula promulgada por el Papa Pío V, y la colegiata se vuelve a erigir en catedral el día 18 de enero de 1573 bajo la advocación de Santa María de la Asunción y San Vicente. Pero hasta 1851 en que es suprimida y anexionada nuevamente a Huesca. En 1952 es elevada a sede episcopal y en 1995 pasa a denominarse de Barbastro-Monzón, desgajándose esta última población de la diócesis de Lérida.

La antigua mezquita mayor musulmana fue purificada y consagrada por el primer obispo de Barbastro, San Poncio, el 5 de mayo de 1101. Se pone bajo la advocación de Santa Maria y los santos Vicente, Cornelio, Esteban, Calixto, Cosme y Damián. Posteriormente entre 1150 y 1160 se construye un nuevo templo en estilo románico. De esta primitiva iglesia románica quedan escasisimos restos, el más importante tal vez el crismón trinitario en la clave del arco del zaguan de entrada, accediendo desde la plaza donde se sitúa el Museo Diocesano.

A esta iglesia románica seguiría otra de estilo gótico, en el siglo XIV, y que sería demolida para construir un nuevo templo acorde a la importancia que se deseaba para la ciudad de Barbastro y para la Comarca del Somontano. De esta iglesia queda la Capilla de los Reyes y restos de un antiguo claustro situado entre esta y la torre campanario.

En 1149 Barbastro había perdido la titularidad catedralicia y su iglesia sólo ostentaba por entonces el titulo de Colegiata que tenía desde 1448, por lo que se hacía necesario si se quería en algún momento recuperar la sede episcopal construir un templo acorde a su condición, cosa que ocurriría en 1571.

La actual Catedral fue levantada entre 1517 y 1533 por los maestros Juan de Sariñena y Juan Segura. En realidad el templo fue comenzado por Luis de Santacruz, quien se comprometió a levantar la obra por la suma de 72.000 sueldos, pero el Concejo de la Ciudad no se encontraba satisfecho con las obras y enseguida encargaron en 1518 la continuación de la obra a Juan de Sariñena. Este construyó la caja del templo y elevó los muros y columnas hasta la altura de los capiteles trabajando hasta 1522. En 1528 Juan Segura se encarga del cierre de las bóvedas y su estructura nervada. Es por tanto estos dos maestros de obras quienes se llevan el mérito de la construcción de la Catedral.

De planta de salón, tres naves con cuatro tramos de igual altura que encabezan tres ábsides poligonales sin excesiva profundidad. Por detrás del ábside central una estancia también de planta poligonal, es la sacristía mayor. Dispone de tres capillas laterales por cada lado, entre los contrafuertes, y dos capillas más situadas a los pies a cada lado de la portada principal. No dispone ni de nave de transepto, ni nave de crucero ni cúpula sobre la misma. Orientada al este, dispone al lado de la cabecera, en el lado de la epístola, de varias estancias para uso de los canónigos.

Construida principalmente en sillería, también abunda el uso del ladrillo. En el momento de la firma del contrato se especificó que se había que derruir el antiguo templo y los materiales debían de aprovecharse en la construcción del nuevo templo. Estos se utilizarían principalmente en la parte inferior de los muros.

La Catedral de Barbastro fue declarada Monumento Histórico-Artístico por Decreto del 3 de junio de 1931, y publicado en La Gaceta de Madrid núm. 155, de fecha 4 de junio.

Artículo publicado y adaptado en audioguía en 'Descubre el Somontano de Barbastro -->'