viernes, 13 de mayo de 2011

Descubre el Somontano: Plaza Mayor en Alquézar

Plaza Mayor - Plaza de Mosén Rafael Ayerbe en Alquézar (Somontano, Huesca, Aragón, España)

La Plaza Mayor de Alquézar es un espacio tranquilo y bello, rodeado de porches en tres de sus vertientes que combinan en su construcción arcos adintelados y de medio punto. Aquí se detuvo Lucien Briet, escritor y pireneista francés, hace casi cien años para contemplar a las mujeres de Alquézar lavar la ropa, y lo contó en su diario con gran virtuosismo descriptivo: 'Esta plaza mide 8,25 metros de ancha por 22,50 de larga y constituye el corazón y la síntesis de esta región'. Hoy en día esa imagen es imposible de repetir, ya que el mencionado lavadero ha desaparecido, pero el resto del decorado permanece intacto.

Nos encontramos en el corazón de la villa de Alquézar, la antigua Plaza Mayor, y hoy llamada de Mosén Rafael Ayerbe; este personaje, natural de Radiquero, que ejerció de sacerdote en Alquézar a principios del siglo XX, dedicó muchos años de su vida a experimentar con nuevas especies de almendros, para dar con aquella que se adaptara mejor al clima de la zona y aportara mayores rendimientos. El resultado fue la almendra de desmayo o largueta. Los almendros de desmayo tienen las ramas caídas como los sauces, desmayadas, resistiendo mejor las heladas. El descubrimiento fue todo un éxito y por lo que mereció ser galardonado con la medalla de oro en la feria de Zaragoza en el día 31 de octubre de 1926 y también obtuvo la Gran Cruz del Mérito Agrícola.

Se trata de una hermosa y modesta plaza porticada, bajo cuyos soportales de anarquía constructiva, se situaban los comerciantes y artesanos que vendían sus productos venidos de la misma Comarca del Somontano, de las tierras llanas y de las montañas. Esta rodeada de edificios de los siglos XIV y XV y del renacimiento aragonés. Tiene acceso a calles estrechas y empedradas, que hacen retroceder a la Edad Media.

Las patas de jabalí y garras de aves clavadas en algunos dinteles y portones protegen la casa y su patrimonio de las fuerzas del mal y propician la fertilidad de los campos, de los animales y de las personas que en ella viven.

Alquézar llegó a contar con el privilegio de celebrar un mercado semanal y una feria anual desde 1528, año en el que Carlos V aprobó esta concesión a la villa. Tal hecho permitió que Alquézar iniciara una nueva etapa de esplendor y florecimiento.

Las casas solariegas de esta zona prefieren como materiales de construcción el ladrillo y el tapial, cada vez con mayor importancia: apareciendo ya las características del ladrillo aragonés, más grande y pesado que el castellano; se usa combinado con la piedra y, en ocasiones, sólo; en las cubiertas, por su parte, va ganando terreno la teja árabe.

Exteriormente, las casas destacan presentando dos, tres o más pisos en los que aumenta la importancia de los balcones y, sobre todo, el vuelo y trabajo de sus aleros en madera. En algunas de estas viviendas se conservan todavía sus escudos de infanzonía. La vida se desarrolla a partir del primer piso, donde se sitúan la cocina, el comedor y los dormitorios, continuados en los pisos superiores, cuando los hay. Las casas terminan en una planta de desván, que se acusa al exterior con pequeñas ventanas espaciadas, en las que a veces lo popular imita la galería corrida aragonesa nacida en el Renacimiento.


Ver Plaza Mayor en Alquézar en un mapa más grande

Artículo publicado y adaptado en audioguía en 'Descubre el Somontano de Barbastro -->'

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