lunes, 19 de julio de 2010
Los derechos sobre acciones
Los derechos sobre las acciones otorgan al tenedor el derecho, no la obligación, de adquirir un determinado número de títulos en un momento dado. Son asignados a los antiguos propietarios de acciones de la compañía que los emite con independencia de lo que finalmente decidan hacer con ellos: adquirirlos o venderlos.
Su naturaleza surge de las ampliaciones de capital, y son emitidos por la empresa para que sus propietarios puedan ejercer el derecho a comprar un determinado paquete de títulos.
Estos derechos también cotizan, pero el período de cotización suele ser reducido, alrededor de unos 15 días hábiles. El número de acciones de la empresa en cuestión que finalmente se pueden adquirir con los derechos depende de la tipología de la ampliación. Por ejemplo, si la ampliación es de tipo 3x1, quiere decir que el inversor necesitaría 3 derechos para hacerse con un título, si fuese de tipo 6x1 en cambio, el inversor necesitaría al menos 6 derechos para alcanzar un título, y así proporcionalmente.
Estos derechos cotizan en los mismos mercados de valores que los títulos a los que hacen referencia. Durante el período de cotización, el inversor puede comprar y vender los derechos tantas veces como desee, siempre que esa operación sea posible cruzarla en el mercado.
En la mayoría de los casos en los que se opera con derechos, el inversor suele tener la finalidad última de comprar las acciones resultantes de la ampliación, pero si no es así, lo más aconsejable es vender antes de que el derecho termine su período de cotización, porque de no ser así incurriríamos en una perdida por el 100% de la inversión.
La volatilidad del precio de los derechos es mayor que la de las acciones, y por tanto operando con ellos podemos alcanzar mayores rentabilidades, pero también perder mucho dinero si esas oscilaciones tienen carácter negativo.
El operar con derechos no es tan común para los pequeños inversores como el operar con acciones, principalmente porque requiere un conocimiento más amplio del mercado y constituyen una operación mucho más arriesgada que cualquier compra-venta de acciones.
Los derechos sobre las acciones se pueden considerar como un premio a los antiguos accionistas, otorgándoles ciertas ventajas a la hora de adquirir los nuevos títulos (un precio de compra menor para los nuevos títulos), claro está que si el antiguo accionista y propietario no desea adquirirlos, puede venderlos al mercado y obtener una ganancia por ello.
Los derechos, aún constituyendo una operación arriesgada y muy sensible a los rumores de la empresa, son una buena opción de inversión si para nuestra ganancia esperada, su precio resulta atractivo.
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Etiquetas:
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